Todos en algún momento de nuestras vidas no hemos sentido sólos e incluso lo hemos estado por propia volutad. Nos solíamos sentir cómodos con ella , llegabamos a necesitarla .Pero llega un momento ,cuando encontramos a alguien a quien amamos, que el miedo nos va llenando el corazón ,a parte de otros miedos claro está, con el temor de regresar a aquella soledad con la cual nos sentiamos tan bien antes .
Ahora se convertiría en la soga que aprieta nuestro corazón y apenas nos deja respirar al comprobar que hemos perdido lo que más queríamos.
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